La diversificación es una de las claves para invertir con éxito y proteger nuestro patrimonio. Consiste en distribuir nuestro dinero entre diferentes tipos de activos financieros, que tengan un comportamiento diferente entre sí, para reducir el riesgo global de nuestra cartera y mejorar su rentabilidad a largo plazo.
¿Por qué es importante diversificar la cartera de inversiones?
Diversificar nuestra cartera de inversiones tiene varias ventajas, como las siguientes:
- Reduce el riesgo: al invertir en diferentes activos, evitamos depender de uno solo o de unos pocos, que pueden sufrir caídas importantes o incluso quebrar. Así, si uno de nuestros activos pierde valor, podemos compensarlo con otros que se mantengan o suban. Además, al diversificar, reducimos el impacto de las fluctuaciones del mercado a corto plazo y minimizamos el riesgo de entrar o salir en mal momento.
- Aumenta la rentabilidad: al invertir en diferentes activos, podemos aprovechar las oportunidades que ofrece cada mercado y cada sector. Así, podemos obtener una rentabilidad superior a la que obtendríamos si invirtiéramos solo en un tipo de activo. Además, al diversificar, nos beneficiamos del efecto del interés compuesto, que hace que nuestros rendimientos generen nuevos rendimientos y que nuestro capital crezca exponencialmente.
- Optimiza la fiscalidad: al invertir en diferentes activos, podemos diferir el pago de impuestos hasta el momento de la venta o el reembolso, lo que nos permite reinvertir los beneficios y aumentar nuestro capital. Además, podemos invertir en productos financieros con ventajas fiscales, como los planes de pensiones o los fondos de inversión, que nos permiten reducir nuestra carga tributaria.
- Facilita la planificación financiera: al invertir en diferentes activos, podemos planificar mejor nuestro futuro financiero y alcanzar nuestros objetivos a largo plazo, como la jubilación, la compra de una vivienda o la educación de nuestros hijos. Además, al invertir con regularidad y disciplina, formamos el hábito del ahorro y evitamos el consumo innecesario.
¿Cómo diversificar la cartera de inversiones?
Para diversificar nuestra cartera de inversiones correctamente, debemos seguir estos pasos:
- Definir nuestros objetivos y nuestro perfil de riesgo: antes de invertir, debemos tener claro qué queremos conseguir con nuestra inversión, cuánto dinero necesitamos y para cuándo, y qué nivel de riesgo estamos dispuestos a asumir. Estas preguntas nos ayudarán a determinar el propósito, la duración y la rentabilidad esperada de nuestra inversión.
- Invertir en diferentes clases de activos: las clases de activos son los diferentes grupos de instrumentos financieros que existen, como la renta variable (acciones), la renta fija (bonos), las materias primas, los bienes inmuebles o las criptomonedas. Cada clase de activo tiene sus propias características, ventajas, inconvenientes y comportamiento en el mercado. Debemos invertir en varias clases de activos que tengan una baja correlación entre sí, es decir, que no se muevan en la misma dirección al mismo tiempo. Así podremos reducir el riesgo y aprovechar las oportunidades que ofrece cada mercado
- Distribuir nuestra inversión geográficamente: no debemos invertir todo nuestro dinero en una sola región geográfica, sino que debemos repartirlo entre diferentes países o zonas económicas. Así podremos reducir el riesgo asociado a factores políticos, sociales o económicos que puedan afectar a un país o a una región en particular. Además, podremos acceder a mercados emergentes o con mayor potencial de crecimiento
- Revisar y adaptar nuestra cartera periódicamente: no debemos comprar y olvidar nuestros activos financieros, sino que debemos hacer un seguimiento periódico de su evolución y rendimiento. Así podremos detectar posibles incidencias, oportunidades o cambios en el mercado o en nuestra situación personal.